La noche del miércoles a eso de las veintitrés horas recibí una llamada, era de una persona que llego a la emergencia del hospital nacional de Jalapa, indicando que la habían mandado a la farmacia más cercana a comprar una jeringa porque no tenían para aplicarle una inyección para el dolor. Pero ya saldrá el director o el gerente del nosocomio diciendo que, si tienen y que están abastecidos en un cien por ciento de medicamentos e insumos, aunque la realidad es, que tienen una pésima administración.
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El personal del hospital no puede dar declaraciones, aunque cuando llegamos nos susurran que averigüemos porque no hay en existencia hilo para suturas, vendas de yeso, gasas para curaciones, agujas angiocath y de las ambulancias ni hablemos que solo tienen una en funciones y que no son las más optimas porque no le han dado el mantenimiento adecuado.
¿y saben de la deuda que tiene el hospital? De eso no han hablado nunca las autoridades de dicho centro asistencial, ¡Por qué no les conviene! Porque seria evidente la mala administración que están haciendo, aunque sean respaldados hasta por los mismos diputados que representan a Jalapa en el congreso y que muestran su desinterés por la salud de los jalapanecos. Lo que si les importa es estar metiendo a su gente a trabajar allí a cambio de mantener al director.
La deuda podría ser de casi medio millón y empezaron a deberle a los proveedores desde el 2019 según una circular que le hicieron llegar al gerente de parte del mismo departamento financiero del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
Esperemos, para ver hasta donde son capaz de llevar al Hospital Nacional Nicolasa Cruz.
